Franklin Cassaro |
1962 Rio de Janeiro, Brasil | ||||
Abrigo clasificado, 2000 Instalación. 400 x 600 x 600 cm |
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Pudiendo ocupar una pequeña área inferior a un metro cúbico o casi toda una sala de generosas dimensiones, los inflables son sólidos cuyo interior es inflado por aire en forma de viento, oriundo de las condiciones atmosféricas del día, o por medio de aire producido por ventiladores. En cuanto al material y términos concretos, los inflables son apenas una fina película de plástico o papel que, cuando están vacíos y doblados, sólo pesan un par de gramos o kilos. En su forma escultural o sólida, los inflables provocan un corto circuito en las distinciones topográficas clásicas entre el entorno, el interno y el externo; el aire circundante y contenido; entre vacío y completamente lleno. En el caso de los inflables-penetrables, se abre aquí un nuevo horizonte perceptivo, fenomenológico y vivencial del sólido: el corto circuito de las distinciones topográficas clásicas es extendido a las distinciones entre las instancias interiores y exteriores, entre registros de epidermis y cuerpo, así como entre aire interno, aire circundante, y aire contenido. Finalmente el observador-técnico, ahora totalmente encapsulado, entra a formar parte del sólido; el sujeto mismo deviene en órgano, envaginado, epidermis y cuerpo, dentro de un sólido que, delgado y ligero, es al mismo tiempo escultura, cuerpo y arquitectura. De "El arte de la topología", de Adriano Pedrosa. Texto del catálogo de la exposición de Franklin Cassaro en la Galería Baró Senna, São Paulo, enero 2000 © Traducción: Binder/Haupt |
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