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De una entrevista con Pat Binder y Gerhard Haupt.
»Glass Ceiling« es una obra que inicié en 1997, y que aún se encuentra en desarrollo. Ya la había mostrado en el Museo de Bellas Artes de Taipei, en donde la instalación fue tres veces más grande que ésta. Es una experiencia maravillosa exponerla aquí, ya que el edificio destinado para el Pabellón de Taiwán, era una antigua prisión, y veo que la obra encaja muy bien en este contexto.
Las imágenes de los hologramas corresponden a personas de más de cuarenta países diferentes, tanto hombres como mujeres, y de todas las edades posibles (entre siete y ochenta y un años).
En cierto modo, la obra genera la »malvada experiencia« de 'pararse sobre alguien' o de 'pisarle la cara a alguien' y así, confronta a la audiencia, con este modo de negación del otro, que se presenta tanto física, como mentalmente dentro del comportamiento humano. En la obra, esta denegación del otro ocurre cuando se camina y se pisa estas baldosas, y también, cuando la propia sombra bloquea el holograma.
La realización de este tipo de hologramas, es mucho más compleja que la que se usa para los hologramas corrientes, por ejemplo, los de las tarjetas de crédito que se conocen como hologramas en relieve, y son de producción masiva. Por el contrario, los que yo realizo, son más complicados y por ello escasos. Además, cada uno es un original.
Para realizarlos se necesita del láser y de un equipo adecuado. A través del láser, estamos creando la grabación de la fuente de luz en una placa. Es como un disco compacto que pre-almacena los sonidos musicales. En forma similar, el holograma almacena los datos de luz sobre una lámina, que es un vidrio muy delgado, recubierto con una gelatina sensibilizada, y en este caso protegido con otro vidrio de seguridad para evitar que se raye. Y únicamente, si se tiene una lámpara halógena, que lo ilumina en el ángulo adecuado, aparecerá la imagen nuevamente. Muchas personas creen que se trata de una especie de proyección, como si la luz de arriba fuera un proyector de imágenes, pero no es así.
El láser es proyectado a través de unos lentes especiales sobre las caras y los cuerpos de las personas. Cuando estos rayos iluminan la superficie de la piel, rebotan hacia la lámina, y graban la imagen. Mientras tanto, también se está proyectando el láser auxiliar, que llamamos, rayo referencial. Entonces, cuando estos dos rayos son puestos en conjunción, combinándolos entre sí, se crea una especie de trama de interreferencia. Es así como surge la imagen, que se halla en la placa como si estuviera en una pequeña prisión. Y luego, cuando se tiene una fuente de luz normal que la atraviesa, se libera (refleja) la imagen nuevamente. |
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