índice no. 18  -  Comentario

1° de diciembre de 1999

Retransmito la carta de Alejandro Ospina, artista plástico.

José Roca


Alejandro Ospina

Me parece que está claro que el país fomenta cierto estilo de arte que está totalmente fuera del contexto del arte internacional de hoy. Lo que no quiere decir que no existan estos artistas que sí tienen las agallas para hacerlo, sin ningún reconocimiento del público de Colombia. De estos artistas baste mencionar a Doris Salcedo y a la Cardoso, quienes son a mi juicio las dos mas influyentes. Todavía no he hablado con nadie fuera del medio del arte que sepa quien es Doris Salcedo, pero he visto su obra expuesta en los museos y colecciones mas importantes de Estados Unidos y encuentro su trabajo sencillo y fuerte en su concepto.

Esta falta de difusión es culpa no solo de los medios, que no han aprendido ni a estudiar la riqueza del arte plástico en Colombia, ni a traducirlo para que todos lo puedan empezar a entender, sino de este mismo 'fenómeno' del que se habla en la Columna de arena 18. ¿Quiénes son los que lanzan esta clase de farsas? Me parece ver una desviación de dos mundos dentro del mismo mundo que conforma nuestro medio.

El primero y más antiguo se deja guiar por teorías superficiales y a la larga poco contundentes, que tocan aspectos como plata, fama, intereses personales de unos pocos, y de ahí para abajo.

El segundo, con menos tradición y más profundo, trata de estudiar los problemas y cambios drásticos del arte internacional. Desafortunadamente este no trae tanta gloria inmediata ni tanta plata, por lo que los no especialistas, la gente del común, es puesta de lado.

La obra de Jacanamijoy me parece una obra estética y suelta en su manejo de la pintura por la pintura, pero hoy ya no es suficiente hacer obra que sea solamente placentera al ojo. Siempre va a haber mercado para este tipo de obra, pero está lejos de desarrollar un concepto como el de Haring o el de Basquiat. Son dos ejemplos buenos a los que se les puede aplicar el término »fenómeno«, no solo por su éxito siendo tan jóvenes, sino porque a la larga vemos que sí están representando noblemente su mundo y sus ansiedades. En el caso de Haring, su fuerte sexualidad, y en Basquiat su delirio dionisíaco. El lenguaje que desarrollaron funciona como una base para su concepto, no lo contrario. Me interesa el argumento de tu artículo que anula el romanticismo alrededor del »pintor indígena«. Me pregunto: »¿que esta tratando de decir?« Una obra auténtica del mundo de nuestras selvas, de los viajes de Yagé, de la desconocida magia que existe en los indígenas seria maravillosa. ¿De esto se trata la obra de Jacanamijoy? ¿O es tan solo un lanzamiento publicitario?

La noción del riesgo es paralela al cuestionamento que se tiene que hacer en cada obra producida por un artista. Si no se duda, si no se pelea, si no se confirma, queda corta. Si hace obra tras obra como una producción de fábrica, quedara así, una fábrica de producción de objetos artísticos, como un artista citado en una Columna anterior, Kostabi, que aunque vende mucho en NY, no es considerado más que un payaso en los ambientes serios de esa ciudad.

En Colombia se tiene la mala costumbre de acogerse a un buen cuadro, a un buen concepto en una buena obra, y repetirlo hasta el cansancio. El concepto se tiene que desarrollar.

Me parece que en la obra de Jacanamijoy se puede encontrar un buen comienzo de una buena idea, pero no me gustaría verlo caer más en las garras en que se encuentra.

Si sigue como lo han descrito, ni Pastrana lo podrá salvar.

Sus comentarios pueden mandar directamente al eMail: columnadearena@egroups.com

 Columna 18



©  Texto: Alejandro Ospina, Columna de Arena: José Roca

Presentación en internet: Universes in Universe - Gerhard Haupt & Pat Binder
Veáse nuestro directorio de Arte de Colombia