|
 |
||||
|
En 1941, Marcel Duchamp decidió realizar una edición de facsimilares o versiones en escala reducida de sus obras más representativas (desde el »Desnudo bajando la escalera« hasta »El Gran vidrio«, pasando por muchos de sus ready-mades), con el fin de que las obras tuvieran un auditorio más amplio, como sucede con la gráfica. La complejidad de cada edición hizo que Duchamp controlara detalladamente cada paso de la producción, resultando en una serie de objetos de estatus particular, ni originales ni copias o todo ello a la vez. Así nació la »Boite-en-valise« (caja en maleta), especie de museo portátil que resume la actividad artística de Duchamp y que se ha convertido en objeto preciado de coleccionistas y de instituciones: museo dentro del museo, siguiendo la lógica de las muñecas rusas. El recurso de la reproducción no era nuevo en la obra de Duchamp: ya desde 1919 había recurrido a una copia de la pintura tal vez más conocida por el público en general, la popular Mona Lisa, y al dibujar sobre esta reproducción - que tituló L.H.O.O.Q. (en francés, un procaz juego de palabras) - a la vez que desacralizaba una de las obras icónicas de la cultura museal, permitía su circulación y su »democratización« - en más de un sentido. Recientemente, en el espíritu de llevar el arte hacia ámbitos donde normalmente no ocurre la actividad artística - una versión de la montaña que va a Mahoma - se han dado en Bogotá dos acciones artísticas de gran interés. La primera de ellas es el Museo de la Calle. Federico Guzmán, artista español que ha residido en Colombia en los últimos años, ha reunido un grupo de artistas que realizan acciones y obras colectivas. El Museo de la Calle consiste en un carro esferado (similar a los que utilizan los recicladores para recorrer la ciudad en busca de su sustento) en el cual se han colocado una multitud de objetos cotidianos, producto de el rebusque, el desecho y el intercambio. Este museo, cuya colección se nutre del interés colectivo y cuya »política de adquisiciones« está sujeta al mecanismo del trueque y a la lógica del azar, se convierte en crítica a los mecanismos usuales de la actividad y el mercado artísticos, producción-exhibición-venta-diseminación, a la vez que dignifica una actividad cotidiana en la ciudad (el reciclaje, cuyos trabajadores, a pesar de prestar un servicio a la ciudad, son tratados con desprecio e incluso denominados con un epíteto abominable, »desechables«. Este bello trabajo ha sido incluido en la exposición »Worthless« (sin valor) en un importante centro de arte en Lubljana. El otro proyecto es más vistoso y ha tenido más despliegue periodístico, dado su tamaño y el hecho de que circuló por varios espacios públicos de la Bogotá en el mes pasado. Su periplo comenzó en la plaza de la Tadeo Lozano, pasó a Plaza de las Américas en el suroccidente, estuvo en el espacio público más paradigmático (la Plaza de Bolívar), y no sin cierta ironía, terminó su itinerancia en el Parque de la 93. Consiste en una gran maleta inflable que deja un corredor en su interior, en cuyas paredes se exhiben fotografías testimoniales de los espacios de la ciudad (muchas veces los mismos en los que la maleta está colocada), incentivando un diálogo entre el espacio físico, factual, de la ciudad, y el espacio histórico de su memoria. Los museos en la calle son infieles a los preceptos que definen la actividad museal: permanencia, valor de las colecciones, prioridad de preservarlas. Sus colecciones son pobres, sucias, deleznables. Pero saben que la permanencia física no es garantía de reconocimiento: vale más permanecer en la memoria. En realidad, son más cercanos a la profética sentencia de Duchamp: »Todo sucede debido a la suerte. La Posteridad es una prostituta que engaña a algunos, resarce a otros (como a El Greco), y se reserva el derecho de cambiar de idea cada 50 años«. José Roca Si desea recibir esta columna quincenal por correo electrónico, comuníquelo a la dirección: columnadearena@egroups.com  índice |
||||
|
© José Roca Presentación en internet: Universes in Universe - Gerhard Haupt & Pat Binder Veáse nuestro directorio de arte de Colombia |
|||||
