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LA HOSPITALIDAD. LA CASA LA OBRA

En la esquina de General León y Gral. Cano hay una casa vacía, una construcción clara, atractiva. Sus últimos habitantes la dejaron hace años. El tiempo, la humedad y el exceso de sol dejaron muchas huellas, lo que habitualmente llamamos deterioro. El “trabajo” de la naturaleza produce una modificación muy visible. La naturaleza carcome lenta pero constantemente lo que el hombre le ha impuesto.
         Hay innumerables posibilidades de acción, incluyendo la de no cambiar nada, dejar todo tal cual está. Para mí sería una muy buena solución, o bien otra que prefiero: dejar todo como está y cambiarlo. Un diálogo igualitario. Un diálogo que subraya dos apariciones y que da a ambas una ventaja de valor. Contrastes que se reúnen en una sola obra, que no ocultan las diferencias y los detalles en esas diferencias sino que las señalan, las hacen más evidentes, más visibles. El vacío de la casa descuidada no se borra, se llena de pequeñas maravillas. Las ventanas establecen naturalmente una relación doble entre interior y exterior, en el patio y en la calle (es la casa de la esquina).
         Podríamos imaginar el conjunto como un pequeño museo, con diferentes instalaciones muy discretas, pero al mismo tiempo muy expresivas. La gran diversidad de objetos, dibujos y pintura mural naturales son literalmente preciosos: la armonía de un caos.
         Las intervenciones son minimalistas, formas geométricas sobre tela por dos motivos:

  1. lo que la arquitectura (lo geométrico) y las huellas del tiempo han creado inspiran un diálogo natural entre sí. Se producen imágenes que evocan los trabajos de la pintura informalista.
  2. mi intervención minimalista geométrica con piezas de tela pintada y cinta autoadhesiva impulsa al visitante a ver las estructuras y dibujos/pinturas producidos por el tiempo. Las piezas artificiales, minimalistas, integradas a los muros se abren al diálogo.

     Es previsible que el minimalismo geométrico, el informalismo y la atmósfera del arte povera se refuercen mutuamente: la oposición aumenta la intensidad. Hacen aparecer a los cuartos y a la escalera como instalaciones sencillas, pobres y discretas, pero con una disonancia fuerte y equilibrada. Lo minimalista, lo informalista y los objets trouvés comparten algo: el carácter poético. La casa en su estado actual, inclusive sin intervenciones temporales, es un objeto lleno de poesía.
     La visita de la casa es el pasaje por una intervención tras otra. El conjunto produce un efecto mágico. Es innegable que el lugar favorece, aún sin intervenciones, una atmósfera sugerente, algo melancólica, pero sin una sola pizca de sentimentalismo. A través de cambios mínimos, yo añado tal vez otras perspectivas a las miradas, un plus estético. El vacío de la casa otorga mucho espacio a los visitantes para crear allí su propio mundo. El todo es una aventura visual.

                                                            Urs Jaeggi 

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©  Urs Jaeggi  /  Website:  Universes in Universe  &  María Linares