índice no. 11  -  Foro Salón


Contribuciones a la discusión del Foro Salón

Lina Espinosa, artista plástica y actual directora de la Carrera de Artes en la Universidad de Los Andes en Bogotá.
José Roca


Lina Espinosa

(25 de enero de 1999)

José Ignacio: con respecto a las propuestas y reflexiones que planteas sobre el Salón Nacional, me gustaría replantear algunas preguntas.

1. Cual debería ser la relación entre el estado y el arte en Colombia?
Si bien es cierto que ésta relación en nuestro país se ha visto reducida casi totalmente a la realización del »gran evento« con el cual indudablemente se le ha dado contentillo a los artistas, vale la pena recoger la experiencia de otros países que desde hace muchos años tienen claras al menos algunas estrategias a través de las cuales el estado debería apoyar al arte. El ejemplo de Argentina a principios de siglo que aparece en »Tras los pasos de la norma« sirve para recordar que las estrategias pueden ser muy diversas (»becas, subsidios, premios, concursos, encargos, exposiciones y toda clase de apoyos«) y además que este conjunto de acciones y estímulos posibles para el desarrollo de la actividad artística debería estar encaminada a la formación de una »conciencia pública«.

En Colombia los artistas aún estamos lejos de aprovechar el derecho (y el deber) de participar en la definición de las políticas sobre el arte y la cultura, quizá por un escepticismo no excento de cierto realismo, o por simple pereza. Nuestra »comunidad artística« (léase grupos aislados) debería al menos supervisar la función del estado, los alcances y los límites de su impulso a la producción y difusión del arte. En este punto celebro la iniciativa de Columna de Arena al crear un foro abierto sobre el Salón por este medio.

No creo que el papel del estado deba llegar hasta el punto de pretender orientar conceptualmente a los artistas con estrategias como la imposición de temas para los salones regionales o nacionales como ya se vio. La tan necesaria afirmación de la autonomía del arte, terminó propiciando no solo salones nacionales autistas sino un arte autista, incontaminado, que está pidiendo a gritos artistas y obras que lo contaminen de vida, es decir que ejerzan con libertad su sensibilidad para intuir los signos de su tiempo, como sugiere Rafael Argullo en »Cuando el siglo sea ya el siglo pasado«.[1]

2. Quien nos legitima?
Otro punto interesante es a quién le otorga el estado el poder de legitimar a los artistas. En el caso del último salón, tres jurados internacionales vinieron a juzgar un salón sobre la memoria de nuestro país. Sin desconocer la competencia profesional de los escogidos, ni la pertinencia de otras miradas, me pregunto si es tan grande el miedo de que los nacionales actúen por favoritismo o cual es la razón para excluir del todo a los curadores nacionales en semejante evento. En este sentido la propuesta en la que el curador actuaría en zonas diferentes a las de su trabajo habitual realizando un trabajo de campo, me parece posible. Invitar curadores a visitar talleres por fuera del marco del gran evento, aún mas interesante.

Si se organizara un evento o varios en los cuales no se impusiera un tema, sino que se lograra resaltar las propuestas mas sensibles y urgentes a través de exposiciones que tengan dentro de sus objetivos crear una conciencia y sensibilizar o plantear preguntas importantes, pienso que daríamos un paso adelante. Los criterios de selección deberían ser muy claros y el nivel de las propuestas exigente. Con este sistema quizá terminaríamos con la pretensión totalizadora del salón que lo único que deja claro es que, como Linneo y su ornitorrinco, siempre necesitaría de salones »vario« para incluir lo inclasificable.

3. Para que sirve el salón?
Está demostrado que el salón Nacional no suscita nada auténticamente. Como dice Lucas Ospina, »no genera pensamiento«. Mucho menos incita o genera un público crítico, no convoca ni revuelca la ciudad, no sé qué le hace a la región, pero definitivamente le falta vitalidad. Apoyo la propuesta de repartirlo en la ciudad y que la ciudad participe en él, la convoque a pensar en sí misma. Si nos uniéramos las diversas instituciones y personas que estamos metidas en esto, lograríamos generar actividades educativas, comunitarias, editoriales, etc., y hasta los salones de arte podrían volverse un evento que convocara a un público más amplio que el local.

Para que esto suceda el ministerio de Cultura debe convocar a las Universidades, a los Museos, a los colegios, a la empresa privada y preparar un plan con mucha anticipación. No estaría mal que se pensara en estímulos para la publicación, para la docencia de las artes, para la curaduría. En definitiva el salón no debería ser la actividad central. Yo creo que la estrategia debería ser diversificar las actividades con miras a un objetivo común: el estímulo, la promoción, la investigación y la producción del arte en Colombia. En lugar de gastar tanto en pantalla, se debería lograr en cada evento una exposición de arte actual, una exposición histórica, algunas individuales, la investigación y publicación de ensayos alrededor de todas éstas, becas, bolsas de trabajo, espacios de trabajo, subsidios para exposiciones dentro y fuera del país, y premios a las exposiciones que fueran por ejemplo una bolsa de trabajo para una muestra individual a realizarse en el siguiente salón.

El Ministerio de Cultura deberá ser muy cuidadoso al replantear la dinámica de los salones nacionales, al escoger las estrategias, los jurados, los curadores y las actividades que acompañan a la difusión del arte. La »exposición« debería ser el producto de un esfuerzo grande a nivel educativo, promocional, editorial, y de estímulos para el arte. Que el salón se baje del tren de la vanguardia y deje de adular lo nuevo, porque no siempre lo nuevo es lo mejor. Vale la pena preguntarse por los valores que deben guiarnos en éste siglo que comienza. Ojalá que al joven ministerio no se le pegue el síndrome de fin de siglo, es decir el anuncio de grandes cambios cuya orientación se desconoce.

Lina Espinosa
lespinos@uniandes.edu.co

nota:
[1]  Revista El Paseante (Edición 10 años)


Si desean participar en el Foro Salón (véase
Columna 11) pueden enviar sus comentarios directamente al eMail:
columnadearena@egroups.com

 Columna 11 - foro



©  Texto: Lina Espinosa, Columna de Arena: José Roca

Presentación en internet: Universes in Universe - Gerhard Haupt & Pat Binder
Veáse nuestro directorio de arte de Colombia